Por Mauricio Marulanda
En definitiva la política en Polombia es un chiste mal contado, es causa de burla en la comunidad internacional que sumado a la indiferencia e ignorancia, son el caldo de cultivo perfecto para cualquier dictadura, venga de la derecha, como la que tenemos o de izquierda con la que nos amenazan continuamente.
Las marchas y las protestas, lejos de ser actos comunistas, como manifiestan los honorables integrantes del partido de gobierno, o sea el Centro Democrático, son el sentir de una sociedad cansada de tanta corrupción, de falta de justicia, de desigualdad social, de crímenes contra líderes sociales y la indiferencia de un gobierno que, a pesar de las duras críticas de la oposición, se mantiene firme en su transparencia ante las distintas acusaciones por parte de la sociedad.
EL NARCOTRÁFICO
La bandera del gobierno Duque consiste en presionar a la corte para reiniciar los procesos del uso del glifosato para combatir el narcotráfico, mientras los carteles de la droga mexicana ingresan sin mayor inconveniente a Colombia, adquieren armas y asesinan sin contemplación a todo aquel que se interponga en su camino, pero el Ministro de Defensa no está listo para hablar del tema, lo evita, se hace pendejo y sigue en campaña para la presidencia, sin admitir que la era de los narcos ha regresado al país y está cobrando vidas en todo el territorio.
Lo gracioso del asunto es que , siguiendo los lineamientos del uribismo, Holmes Trujillo se encarga de poner en los titulares de noticias, la injerencia de la guerrilla, asegurando que son ellos y no las bandas de los carteles mexicanos, los que están generando esta violencia en el país.
Hoy Colombia está exportando más droga que hace 20 años y los carteles extranjeros tomaron el poder en los territorios nacionales, aprovechando la indiferencia (o complicidad) del Estado que sólo tiene una respuesta para todos sus males: La Guerrilla es la culpable.
Bajo ese panorama, se pretende, una vez más, convencer a los ingenuos compatriotas, que lo que se necesita es Mano Dura y Corazón Grande y todos sabemos de dónde vienen esas históricas frases.
EL DESEMPLEO
El Covid no sólo nos jodió la vida y se ha llevado a miles de paisanos al otro lado, sino que, gracias a las políticas erróneas de Carrasquilla, no existió apoyo a las Pymes y los pequeños empresarios para superar la economía post pandemia, sino que le entregaron a la banca privada los recursos, para que ellos, de manera oportunista, se lucraran de la necesidad de los pequeños empresarios con préstamos a altos intereses. Afortunadamente no han podido establecer el vínculo entre el Covid y la guerrilla, para mantener su política de seguridad nacional.
El desempleo está disparado, dos de cada diez colombianos tiene un trabajo con contrato indefinido. Dos de cada diez ciudadanos tienen contrato de prestación de servicios sin beneficios de ley y seis de cada diez colombianos andan en la calle buscando alguna manera de conseguir lo del día para mantener a su familia.
LAS PROTESTAS
Mientras nuestro presidente Duque impone un nuevo récord mundial de tiempo en televisión, que casi duplica a Maduro y a Chávez en Venezuela, el país afronta todo tipo de crisis.
Los paperos viven la desgracia de competir con la papa Belga, los desempleados no tienen oportunidades de ocuparse, los pequeños empresarios siguen quebrándose, los recursos de la pandemia siguen siendo el objetivo de los corruptos para robar y las masacres se convierten en los titulares diarios de los medios de comunicación.
Las EPS se desentendieron de la atención de sus usuarios y el negocio sucio de la pandemia y los recursos que entrega el Estado, generaron la Mafia de la Pandemia que entrega miles de millones y que deja a los usuarios de las EPS sin medicamentos, citas o tratamientos.
Ante todo este panorama, el colombiano que lee, el que se informa, el que ya no come cuento, decide salir a protestar a las calles por la situación actual del país. A ellos los llaman Mamertos, Socialistas, Guerrilleros y Criminales.
Duque y sus miembros del gobierno condenan las acciones de las protestas, asegurando que esa no es la manera de protestar. Para el gobierno lo ideal sería que las protestas no generen incomodidad a la población, que se respete la movilidad, que sean pacíficas y ordenadas.
De no ser así, Duque está dispuesto a enviar al ESMAD, al ejército y a toda la fuerza armada para combatir a estos guerrilleros y comunistas que quieren desestabilizar el buen gobierno del Centro Democrático.
LAS CORTES Y LA JUSTICIA
Es evidente para todos, que las cortes están comprometidas con el Estado para dilatar los procesos de corrupción que involucran desfalcos de Billones de pesos, en donde los sindicados gozan de beneficios como los de seguir en libertad, ampliar los tiempos de los procesos y hasta conseguir que venzan los términos para quedar en libertad, burlándose de manera descarada de todo un país.
Pero si usted sale a protestar por esas pequeñeces es porque tiene alma de comunista, porque usted no quiere el progreso de Colombia y finalmente el señalamiento más fuerte: Usted es Petrista.
En medio de todo este desastre político, la miseria a la que estamos condenados por parte de los partidos que, nada hacen para mejorar la situación del país y que por el contrario, se unifican para que en el 2022 continúe la desigualdad social y la corrupción en la nación, en medio de todo esto, surgen los oportunistas que conocen el discurso al pie de la letra y hablan de la unión de la derecha que evitará que Colombia se convierta en otra Venezuela. De por Dios, ¿No existe otro discurso?
Una protesta deja daños para el Estado avaluados en 500 millones de pesos, representados en dos vehículos de la policía, vidrios rotos y pintura en algunas paredes. Digamos que las aseguradoras aumentan esos valores hasta llevarlos a mil millones. Y es esa cifra la que manejan los medios de comunicación para recordarle a la ciudadanía que por eso es que este país no avanza.
En casos como Odebrecht, Reficar y otros cientos de casos reconocidos, en cada uno de ellos se robaron Billones de pesos que generaron un deterioro real del patrimonio del país, pero esos casos no tienen comparación con el vandalismo de las protestas, en donde sí hay detenidos, asesinados y condenados de manera rápida e inmediata.
Es increíble como las cortes y la justicia operan de manera tan eficiente cuando los acusados son miembros de la resistencia social y que lenta y precavida es cuando se trata de políticos corruptos.
Así las cosas, los argumentos del gobierno para controlar las protestas no son tan razonables como las exigencias de la ciudadanía, pero todo aquel que se una a las marchas será tratado como el más alto criminal de la nación, mientras los verdaderos corruptos y ladrones están libres y tranquilos porque un amigo suyo trabaja en la fiscalía.
La opinión expresada en este artículo
no refleja el pensamiento de Channel Plus