De sus 58 años de vida, Kenneth Eugene Smith ha pasado 30 en el llamado “corredor de la muerte” esperando que su sentencia de muerte sea ejecutada o modificada por cadena perpetua.
Pero parece que la espera terminará hoy cuando Smith sea ejecutado con un nuevo método para aplicar la pena de muerte: asfixia del condenado con uso de gas nitrógeno, acción avalada por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Smith fue condenado por asesinar a la esposa de un pastor evangélico y será el primero en morir con el nuevo método que ha sido fuertemente cuestionado por organizaciones de derechos humanos. El estado de Alabama argumentó ante el tribunal que este método era de los más seguros y menos dolorosos.
La pena de muerte no es aplicable en 23 estados y en otros 6 está suspendida por sus respectivos gobernadores.