La Cámara de Representantes de Colombia se enfrenta a una nueva polémica. Algunos congresistas y funcionarios defienden con vehemencia la austeridad. Sin embargo, en las últimas horas se conoció que esta Cámara del Congreso está a punto de desechar 46 camionetas y algunas motos porque están viejas. No obstante, no tienen ni seis años de uso.
La denuncia fue hecha por la revista Cambio, sus investigadores descubrieron que desde octubre se firmó el contrato que permite la renovación de esa flota de vehículos que, sin ser del todo necesaria, va a costar más de mil millones de pesos.
El contrato fue firmado por el jefe de la División de Servicios de la Cámara: Jorge Castro, quien justificó la compra asegurando que las camionetas viejas ponen en riesgo la integridad de los representantes a la cámara. Además, aseguró que el mantenimiento de las camionetas ya existentes está siendo demasiado costoso, por lo que prefieren comprar una flota nueva.
Hasta el momento no se ha pronunciado David Racero, presidente de la Cámara de Representantes y quien ha sido crítico de que a los congresistas les entreguen camionetas blindadas.