Mientras que en la mayor parte del país las restricciones a la movilidad que se ordenaron para enfrentar la pandemia llevaron a que la demanda de gasolina, entre enero y agosto, bajara hasta en un 23 por ciento, en las zonas de frontera con Venezuela el comportamiento fue contrario y la demanda de combustible se incrementó hasta en un 56 por ciento.
Las cifras del Asga (aplicativo de administración de la sobretasa), indican, además, que el consumo de gasolina en La Guajira, Arauca y Norte de Santander, todos ellos en zona de frontera, aumentó en 23,6 millones de galones de combustible frente al mismo lapso del 2019.
Ese inusitado incremento de la demanda de gasolina en las zonas que colindan con el país vecino ha ido a la par de la escasez del combustible en Venezuela, plasmada en las imágenes de largas filas de vehículos esperando turno para tanquear y la adopción de nuevas medidas restrictivas como el pico y placa para acceder a gasolina, que entrará en vigencia en ese país el próximo lunes.
Para el exministro de Minas Amylkar Acosta, la ecuación es sencilla, mientras más escasez de gasolina se registre en Venezuela, mayor presión y especulación por el combustible habrá en Colombia. Dijo que Venezuela pasó de tener la gasolina más barata a la más cara del mundo, y eso revirtió la tendencia histórica del contrabando de combustible de ese país hacia territorio nacional.
Aunque este fenómeno inició de manera silenciosa desde el primer trimestre del año, ya en septiembre empezó a sentirse el desabastecimiento de gasolina en Colombia y las largas filas en las estaciones de gasolina ya no solo se veían en Venezuela. Los habitantes de este lado de la frontera ya han empezado a sentir el peso de la situación en sus bolsillos; por ejemplo, el cupo de combustible subsidiado para Norte de Santander otorgado por el Ministerio de Minas es de 10’883.342 galones mensuales y en septiembre ese cupo se acabó cinco días antes de que terminara el mes, por lo que las personas tuvieron que pagar el combustible a precio normal.
La situación es tan grave que tan solo en el último mes autoridades de Arauca, Norte de Santander y La Guajira instalaron mesas de trabajo para hacerle seguimiento al tema y buscar las medidas, en conjunto con el Gobierno Nacional, para enfrentarla.
El secretario de Minas y Energía de Norte de Santander, Olger Alberto López, advirtió que las cifras de venta de gasolina subsidiada aumentaron no solo en el área metropolitana de Cúcuta, sino también en municipios como Ocaña, Ábrego y Pamplona. En Tibú, la gasolina alcanzó un consumo cercano al 300 por ciento, comparado con el de años anteriores. En Bucarasica, Sardinata y El Tarra, las ventas superaron el 100 por ciento.
Director: Habib Merheg Marún