El gobierno de Gustavo Petro se ha mostrado diplomático y abierto al diálogo con sus contradictores. De hecho, ya se ha reunido dos veces con uno de sus máximos rivales en la política: Álvaro Uribe Vélez, amo y señor de la acérrima derecha colombiana.
Tras la segunda reunión entre Uribe y Petro han surgido las reacciones de ambos bandos. Es tal la rivalidad entre los seguidores de ambos, que muchos uribistas se han declarado decepcionados por la supuesta cordialidad.
Al parecer, la segunda reunión se habría planeado para discutir sobre la nueva reforma tributaria propuesta por el gobierno de Gustavo Petro. Se ha rumorado que María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, ambas de la colectividad uribista, fueron invitadas, pero se negaron a asistir por su posición de oposición.
Por otro lado, Rafael Nieto Loaiza, político quemado cercano a Uribe y que ha sido precandidato presidencial en representación del uribismo, mostró gran molestia y expresó respecto a la reunión “No me gustó, me pareció desafortunada y equivocada en el mensaje de fondo. Me parece que después de las marchas del lunes, que no eran uribistas, el mensaje de la reunión de Petro con Uribe es equívoco”. Fue tal su enojo que se atrevió a cuestionar la figura de Uribe como líder opositor: “Yo respeto y quiero mucho al expresidente. Me parece que hizo un trabajo magnífico en su primer Gobierno. Ahora, creo que se ha equivocado y de manera reiterada. Creo que Uribe no debe ser el vocero de la oposición”.
Por otro lado, Miguel Uribe Turbay, nuevo pupilo del uribismo expresó que no hay divisiones, simplemente “hay matices”.