La grabación arranca justo cuando un policía tiene inmovilizado por el cuello al padre de familia, que sostiene de un brazo a su pequeño hijo. El menor llora al ver lo que está sucediendo.
«Cuando el uniforme de un agente de la policía pasa a ser la excusa para abusar del poder, la indignación y el odio del pueblo se convierte en la herramienta de la revolución social que exige salvaguardar los derechos básicos de los ciudadanos … No podemos permitir que siga ultrajando a ciudadano de a pie sin que los altos tomen medidas extremas contra los agentes del orden que se convierten en fiscales, jueces y ejecutores de su propia ley»
El llanto del niño llama la atención de varias personas, que se acercan para explicarle al uniformado que el hombre había llevado a su hijo al parque aprovechando los minutos que establece el decreto del Gobierno para estos casos.
“No lo puedo soltar hasta que me presente su cédula […] y cálmese, porque tiene que aprender a respetar a la Policía, porque le estamos diciendo decentemente que se retire porque no puede estar acá”, dice el uniformado, que no suelta al ciudadano.
Independiente de la actitud del ciudadano, de si llevaba a no tapabocas, de si podía o no salir a la calle con su hijo, independiente de todo eso NUNCA HUBO UNA SITUACIÓN DE RIESGO PARA EL AGENTE DE LA LEY, QUE JUSTIFICARA EL TRATO VIOLENTO CONTRA ESTE HOMBRE DELANTE DE SU HIJO. Sencillamente es inaceptable.
Director: Habib Merheg Marún