El único club deportivo del fútbol colombiano siente las pisadas del descenso, al apuro de las deudas y el afán de buscar técnico ante la renuncia de Jaime de la Pava que decidió irse luego de perder contra Patriotas en el estadio Palmaseca.
El Cali venía de tres derrotas consecutivas lo que lo conducía a la zona de descenso. Patriotas lo venció 1 por 0 y aumentó la preocupación entre hinchas y socios los cuales no ven cómo salir del pésimo desempeño deportivo, del angustiante pasivo que supera los cien mil millones de pesos y, desde ayer, de la falta de un técnico.
Lo de ayer pareciera premonitorio: perder con el último de la tabla y desperdiciar un penalti que podría darles el empate no es, ni mucho menos, esperanzador. Su rival en la ciudad, América, ya estuvo en la B y le costó volver. Como está el campeonato, las posibilidades de descender son muy grandes para el Cali. Y como está la administración del equipo, las de volver pronto a la A, lejanas.