En la vivienda, situada en las afueras de San Petersburgo, había colchones con restos de sangre y una cruz colocada en el patio debajo de la cual se había cavado un hoyo, según algunos informes.
Dos AK-47, una ametralladora de mano Kaláshnikov, subfusiles, pistolas y una gran cantidad de cartuchos fueron encontrados este 16 de diciembre durante un registro policial efectuado en una casa de las afueras de San Petersburgo en la que vivía una pareja con ocho hijos menores de edad. El padre ha sido detenido como sospechoso de haber violado a una de sus hijas durante siete años.
El registro del domicilio, situado en la aldea de Jímozi, se inició después de que la Policía recibiera reportes de que el padre de esta familia numerosa violaba desde 2012 a la niña, que ahora tiene de 13 años, informa el portal local 47 news. El medio agrega que los abusos habrían sido grabados y guardados en varios aparatos electrónicos que se encontraron en la casa.
Hablando con los policías, otros niños de la familia confirmaron que su padre violaba a una hermana. Tras descubrirse los hechos, las autoridades abrieron este lunes una causa penal contra el hombre, al que detuvieron, y actualmente están determinando qué medida cautelar se le aplicará. Según información preliminar, el hombre fue identificado como Andréi Bovt, de 46 años, natural de San Petersburgo. Bovt, cuyo apellido de nacimiento es Lobadiuk, fundó y dirigió una empresa que producía cuchillos y artículos de madera. Sin embargo, se presentó a la Policía como coronel del Departamento Central de Inteligencia de Rusia y se negó a hablar con los agentes.
Su esposa ha sido identificada en los medios como Svetlana y, de acuerdo con algunos reportes, es su prima. La mujer relató que momentos antes de que los agentes entraran a su domicilio Bovt intentó esconder varios lápices de memoria y armas.
Los medios indican que, al ser interrogados por la Policía, los niños no supieron decir cómo se apellidaban. Según vecinos de la familia citados por el canal de Telegram Mash, ninguno de los menores asistía a la escuela.
Los agentes observaron que la vivienda tenía un aspecto humilde y que en la mayoría de las habitaciones reinaba un gran desorden. En una de las habitaciones se encontró una amplia colección de armas, entre ellas dos AK-47, una ametralladora de mano Kaláshnikov (también conocida como RPK), dos subfusiles PP-91 KEDR, dos pistolas Makárov PM y una gran cantidad de cartuchos.
El edificio albergaba algo parecido a un polígono de tiro personal con un blanco que presentaba señales de disparos con un AK-47 y una pistola Makárov. Asimismo, en una de las habitaciones los oficiales encontraron un chaleco antibalas con las siglas FSB, correspondientes al Servicio Federal de Seguridad ruso.
Aparte de esta gran cantidad de armas, en la casa también había un espacio para el entrenamiento físico con espalderas de gimnasia y cuerdas colgadas del techo.
El arsenal no fue lo único sospechoso que la Policía encontró en la casa, ya que, según Mash, en los dormitorios fueron hallados colchones ensangrentados, aunque de momento se desconoce a quién pertenece la sangre.
También había un gran número de iconos, por lo se sospecha que se trata de una familia religiosa. Los vecinos afirman que los Bovt acudían a la iglesia.
Otro elemento que llamó la atención de los agentes fue una cruz colocada en el patio de la vivienda debajo de la cual se había cavado un hoyo. Todavía se desconoce el origen de la construcción.
Director: Habib Merheg Marún