Luego de las protestas organizadas por la oposición al gobierno del día de ayer, diversos actores de la política han llamado al presidente a dialogar argumentando que la participación de la gente es, según ellos, una señal.
Miembros del gobierno como el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, dijo a Blu Radio que “el presidente abrió un espacio, reconoció que había unas marchas muy importantes, particularmente en unas ciudades que nosotros le informamos…”.
El senador del Pacto, Iván Cepeda, manifestó: “El deber de nuestro gobierno es escuchar críticas de ciudadanía y oposición”.
Pero, ¿es posible dialogar con alguien que protesta metiendo al otro en un ataúd? Lo que se vio en las marchas estuvo lejos del mínimo ambiente de diálogo, pidió la cabeza del presidente (en algunos casos, literalmente), y la consigna coordinada y uniforme fue la de poner a Petro “fuera”.
¿De qué conversar? ¿Acaso de definir si se sirve tinto o aromática en el sepelio del gobierno?
“Si uno no quiere, dos no pueden” dice el refrán.