Esta semana dos sacerdotes colombianos fueron apartados de sus cargos en la iglesia católica por dos casos aislados de abuso sexual. Uno se presentó en el departamento de Boyacá y el otro en Antioquia.
Uno de los casos es el del sacerdote Jaime Vargas Ruiz de 57 años, quien fue expulsado del sacerdocio por la Diócesis de Socorro y San Gil por estar en medio de un proceso judicial por el presunto abuso sexual de un monaguillo en el año 2007, cuando Vargas era párroco de la iglesia San Judas Tadeo Lozano de Bogotá.
El proceso de Vargas lleva cuatro años de investigaciones luego de que la víctima denunciara que el sujeto habría abusado sexualmente de él en una finca de Chitaraque, Boyacá. Vargas había sido suspendido temporalmente hasta que, finalmente, fue expulsado por el Tribunal Eclesiástico. De igual manera, tiene un proceso abierto en la Fiscalía por el delito de acto sexual violento contra un menor de edad.
El segundo caso es el del padre Benancio de Jesús Ochoa Cardona, quien al parecer habría sido separado de su cargo luego de que la opinión pública conociera que habría pagado 500 millones de pesos a un joven a cambio de que este no revelara los abusos de los que fue víctima.
Benancio de Jesús Ochoa Cardona se desempeñaba como sacerdote en la parroquia del municipio de Granada, Antioquia, donde los habitantes se escandalizaron luego de conocer que el 16 de noviembre de 2023 un joven identificado como Andrés Felipe López Hurtado fue capturado porque estaba extorsionando a Ochoa Cardona. Sin embargo, el escándalo fue peor para los feligreses al enterarse de que López exigía el dinero a cambio de no revelar fotos y videos de cuando había sido víctima de abuso sexual por él.
Según las investigaciones, Andrés Felipe López habría sido abusado sexualmente por Benancio de Jesús Ochoa Cardona cuando tenía 15 años. Los hechos se habrían presentado luego de conocerse en una parroquia de Envigado, allí Ochoa le pidió el número telefónico y lo empezó a contactar hasta que tuvieron un encuentro.
Para que López no revelara la información de lo sucedido Ochoa le habría pagado al menos 500 millones de pesos que habría obtenido de los diezmos que la comunidad de Granada dejaba en la iglesia.
Si bien Ochoa Cardona habría sido apartado de su cargo, se desconoce si oficialmente fue expulsado o si es una medida temporal.