«Las pruebas de toxicología encontraron que el pasajero tenía un alto nivel de saturación de COHb (el producto combinado de monóxido de carbono y hemoglobina)», dijo la Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos de Gran Bretaña (AAIB) en un boletín especial. «Se considera probable que el piloto también haya estado expuesto al monóxido de carbono», agregó.
El argentino volaba a Gales desde Francia para unirse al club de la Premier League Cardiff cuando su avión se estrelló en el Canal de la Mancha el 21 de enero durante un vuelo nocturno. Su cuerpo fue recuperado, pero el del piloto David Ibbotson nunca fue encontrado.
Las pruebas de toxicología en Sala mostraron un nivel de saturación de carboxihemoglobina (COHb) del 58 por ciento, según el AAIB.
«Un nivel de COHb del 50 por ciento o más en un individuo sano por lo general se considera potencialmente mortal».
El boletín decía que el envenenamiento por monóxido de carbono era un riesgo particular en el tipo de avión en el que viajaban. «Los aviones con motor de pistón producen altas concentraciones de CO que se transportan lejos del avión a través del sistema de escape», dijeron los investigadores.
«El mal sellado de la cabina, o las fugas en el sistema de calefacción y ventilación desde el escape pueden proporcionar vías para que el CO ingrese a la cabina”.
«En este tipo de aeronave, la cabina del piloto no está separada de la cabina de pasajeros y se considera probable que el piloto también se haya visto afectado en cierta medida por la exposición al CO».
El monóxido de Carbono en altas dosis produce inicialmente mucho sueño, hasta llevar a la persona expuesta a un trance profundo que lo lleva a la muerte silenciosa.
Director: Habib Merheg Marún