Opinión: kico Becerra
Somos un país definitivamente al revés. Es la única nación que tiene una institución creada para hacerle la vida insufrible a los pocos buenos ciudadanos que pagan bien y a tiempo sus impuestos.
Hay un monstruo torturador de ciudadanos que se llama DIAN; cuyo objetivo es recaudar impuestos; pero se convirtió en un extorsionador trapisondero, que pone trabas para que no se puedan cumplir a tiempo las obligaciones y convertir su negocio en el de las sanciones inducidas por ella misma.
No contentos con su chantaje, montaron una burla llamada P.Q.R. (peticiones, quejas y reclamos) en la que simplemente se contesta: «que pena esto no es por esta oficina».
Llegan cobros de impuestos ya pagados y después del infarto que produce esa notificación, comienza otra tortura: Pedir una cita.
Nunca hay citas habilitadas. Se debe estar todo el día pendiente de la cita imposible. Es más fácil ver orinar al Santo Papa que conseguir cita en la DIAN.
Solo atienden sin cita si el vencimiento es ese día, con el susto de incumplir; al final le dicen: «tranquilo es error del sistema, ya usted pagó».
Claro que, si llega sin cita, en la puerta le informan quién, por arte de magia, se la consigue por solo cincuenta mil pesitos.
Como cambió la ley de tributos, ahora, por el paradójico régimen simple, la cosa se complicó más: El pago del anticipo cada dos meses; ahí fue troya. Si es tan verraco saque el recibo.
Genere el formulario del cálculo del anticipo y el recibo. Proceda a efectuar el pago por el MUISCA o por PSE. Ninguno de los dos funciona porque no reconocen el recibo que generó la DIAN (en ese momento se quiere uno ir a vivir al Africa central, después de haber puesto una bomba en la DIAN).
Respiro, madreo 17 veces al gobierno y salgo al plan B. Imprimir el formulario. Eso parece elemental, pero es un suplicio. Si la copia sale un milímetro fuera de margen, no lo recibe el banco; o si cometió el error de grapar las dos páginas del recibo, después de un regaño monumental, lo devuelven para que saque otro recibo sin gancho y comience de nuevo la tortura.
¿Cuántas enfermedades provenientes del estrés de los contadores son producto de las famosas contingencias decretadas al filo del vencimiento de términos?
Ñapa: Qué tan distinto es ver la cara amable y escuchar al director de impuestos, que a la entidad que maneja.
Director: Habib Merheg Marún