En el Centro Democrático las cosas son un caos total, el exsenador Uribe asegura que no quiere ser protagonista en estas elecciones producto de la mala imagen que han generado injustamente a su alrededor y que por ello, deja que al interior del partido, se realice el ejercicio democrático que permita escoger a los candidatos al congreso de la república en una lista cerrada.
la lista a dedo de uribe
A pesar de asegurar que no tiene intenciones de controlar las listas al congreso, al interior se discute la injerencia del jefe del partido, que como consecuencia de su imposición, pone a Miguel Uribe Turbay como cabeza de lista y en segundo reglón a Alirio Barrera, pasando por encima de muchos emblemáticos candidatos del partido que han estado apoyando a Uribe desde casi una década atrás.
En los últimos años, Alirio Barrera, ha sido cercano a Uribe y a su hijo mayor Tomás, los une la pasión por los caballos y la experiencia del exgobernador del Casanare como amansador. Barrera quedó en el segundo puesto de la lista e inclusive con autorización de la directora de la colectividad, Nubia Stella Martínez, logró sacar del camino a su prima, Amanda Roció González, quien ya anuncia su retiro del partido por considerar que es una injusticia con aquellos que han apoyado al partido desde hace mucho tiempo.
Por otro lado, la cucuteña Milla Romero que se quedó con la curul de Uribe cuando renunció en 2020, tuvo el apoyo del expresidente para repetir curul.
Para Paloma Valencia, Paola Holguín y otros miembros del partido, es una clara violación a la antigüedad de los militantes del partido, que cada vez bajan más en la lista y algunos se quedaron por fuera, esto sin contar que la misma María Fernanda Cabal está en el puesto 100 de la lista.
un mensaje confuso
En el interior del partido las cosas no se ven claras y ese distanciamiento supuestamente de Uribe en la selección de los candidatos se derrumba al ser testigos todos de la inclusión y posición de algunos candidatos y sus condiciones para competir al interior del Centro Democrático.
Estas próximas elecciones podrían traer consecuencias catastróficas para el Centro Democrático y una posible deserción de muchos de sus integrantes que se sienten tumbados por las decisiones arbitrarias del exmandatario.