Pocos funcionarios estatales logran lo que Juan Daniel Oviedo consiguió: credibilidad sin acartonamiento. Además de un alto nivel de popularidad aún entre quienes lo reconocen como el “man” del DANE sin tener muy claro qué es lo que hace.
Oviedo ha sido el encargado de presentar las cifras que su entidad recauda y ha conseguido hacerlo de manera profesional, clara y con la disposición de responder oportunamente las preguntas de los medios en muchos de los cuales y gracias a su particular forma de hablar y a su pinta un poco desabrida, cuenta con imitadores que han contribuido a hacerlo más popular.
Dos hechos retratan su personalidad: un video donde se ve al “man” del DANE bailando con un movimiento de cabeza particular y, el otro, el del director del DANE en medio de la pasada marcha del orgullo gay con el chaleco con que la identidad busca que se reconozcan sus encuestadores buscando información sobre ese segmento poblacional, pero, sobre todo, impulsando a sus miembros para que aporten datos que son importantes en la información estadística.
El presidente Petro ha elogiado el trabajo de Oviedo, pero este no va a continuar en el DANE. Expone como razones principales que el departamento que ha dirigido requiere transformaciones acordes con las políticas del nuevo gobierno, algunas de las cuales él no comparte como la del catastro multipropósito en la que ha trabajado fuertemente en los últimos años desde la dirección.
Oviedo no continuará al frente del DANE entidad de la que saldrá como uno de los funcionarios del gobierno Duque mejor calificados.