Por @EscribidorMao
En los 80’s y 90’s los caleños teníamos claro quienes eran los capos del narcotráfico, sabíamos de los ataques de Pablo Escobar y la guerra que se vivía en el país, producto del deseo de controlar las rutas y el poder de cada uno de los carteles.
La muerte de Escobar y la extradición de los hermanos Rodríguez no representó una solución para el problema, por el contrario las mafias se dividieron y entendieron que andar mostrando tanto poder era visualizarse ante la DEA y el gobierno nacional.
Actualmente no hay un cartel colombiano a quién perseguir, los nuevos narcos son mucho más prudentes, evitan mostrarse con su poder en las calles, son silenciosos en su proceder y mantienen perfiles bajos para evitar llamar la atención.
Pero no todos son así, en los casinos de la ciudad es común ver hombres de raza negra, procedentes de Buenaventura, que llegan con sendas cadenas de oro, pulseras y anillos con diamantes y esmeraldas, acompañados de sus escoltas que sostienen sus carteras de cuero fino, de donde sacan cada dos minutos al menos un millón de pesos que apuestan a su número favorito, mientras disfrutan de su wiski de 24 años importado y a las rocas.
Son conocidos como los YAKOS (Ya Coronaron) y en realidad no pertenecen al círculo de capos, son sólo eslabones de una cadena de pequeños inversionistas que logran coronar un par de kilos en el exterior y ahora se sienten capos del negocio.
Pero la competencia sigue ahí, en las calles, en el microtráfico es especial que perjudica a los grandes porque llama la atención de la autoridades y termina convocando a concejos de seguridad que obliga a la policía a investigar sobre muertes y asesinatos por toda la ciudad.
La mafia y el narcotráfico evolucionó de manera estratégica, abandonando la opulencia de sus líderes y manteniendo perfiles bajos y produciendo mucho más dinero que el que producía el mismo Pablo Escobar.
Esos capos están en la oscuridad, evitan la violencia y se centran en el negocio mismo de la venta de narcóticos en todo el mundo. Se dice que muchos de ellos tienen nexos directos con la política nacional y que han llegado a un acuerdo de mantener la paz y trabajar para que todos ganen sin hacer tanta alaraca.