En tiempos en que el número de lectores, suscriptores y ejemplares impresos de los periódicos de todo el mundo cae a su nivel más bajo y, por tanto, sus ingresos por publicidad son cada día más pequeños, a los dueños del periódico El País de Cali se les pareció la virgen en forma de inversionistas con anhelos de manejo de opinión pública: los Gilinski son los nuevos dueños del diario que perteneciera desde siempre a la familia Lloreda.
El panorama de los medios masivos impresos va tomando forma con esta nueva compra por un grupo económico: Sarmiento Angulo tiene a El Tiempo, Santodomingo a El Espectador, Ardila Lulle a La República y Gilinski a Semana más El País.
Todo apunta a que los periódicos tradicionales desaparecerán arrasados por las nuevas tecnologías y los altos costos de producción. Entonces, ¿para qué invertir en un negocio con tan malos augurios?
Por el poder que representan. El Grupo Gilinski ha dado muestras de eso desde que compró la revista Semana y sacó a todo el mundo dejando solo a una directora obediente y sumisa que no ha tenido inconveniente en hacer de ese medio de comunicación, un arma de negociación de sus dueños.
El País estaba muy mal económicamente desde hace años. Gilinski viene a salvar a sus dueños de una situación económica grave. Valle del Cauca, pero sobre todo Cali pueden prepararse para ver a su periódico tradicional convertido en arma de propaganda como nunca antes se vio.