Opinión: Kico Becerra
Cuando pensé que estábamos condenados a que la lucha por la presidencia se reduciría a los extremos entre Petro y Uribe, con el pasmado Fajardo, renace la esperanza de tener un debate serio y definitivo para nuestro porvenir como país, al conocerse la decisión de Alejandro Gaviria de ser candidato.
Creo que el Sagrado Corazón o la virgen de Chiquinquirá, nos hicieron ese milagro. Con Alejandro “el profe» Gaviria, llega un candidato serio, probadamente honesto, intelectual de grandes kilates, conocedor de la administración pública, filósofo y, ante todo, alejado de Petro y de Uribe, quienes nos tienen mamados, con sus fanatismos extremos.
No conozco personalmente al «profe» Gaviria; lo he leído y he seguido su devenir de la vida y, me parece un personaje singular en este país en que los mediocres se tomaron la política nacional. Se me asemeja a Carlos Gaviria, magistrado de magistrados; «El profe» más joven y convencido de lo mucho que se puede hacer por este país, sin generar odios; tiene, además, un gran compromiso social con las clases marginadas y eso es fundamental en este momento.
Un candidato pulcro, sin investigaciones de ninguna naturaleza, a pesar de haber ocupado cargos de gran responsabilidad; que no atacará a nadie bellacamente, como llevan haciendo los otros durante estos últimos años; es un Oasis en medio de este desierto estéril en que se han convertido las campañas políticas.
Los jóvenes lo respetarán porque es un candidato moderno que está sintonizado con el pensamiento juvenil. Los veteranos vemos en él la esperanza de una tercería, con vocación de triunfo y, ante todo, conciliatoria en esta guerra verbal y material en que nos han mantenido.
Me imagino que saldrá por firmas e irá recibiendo apoyos de partidos organizados. Recomiendo que lean sus libros y verán por qué estoy tan entusiasmado con su candidatura. Si conserva su independencia de no ser candidato de nadie sino de él mismo, veo una luz en el fondo del túnel en que nos veíamos metidos.
No es bueno para los que opinamos manifestar nuestras preferencias sobre candidatos, perdemos la objetividad, fundamental para los influenciadores, como nos llaman ahora. Sin embargo, consciente de las consecuencias que este hecho genera, decidí hacer este comentario, por la casi certeza que tenía de que estábamos a punto de caer en las manos de las extremas; hecho que sería fatal en estos momentos.
Como a estas alturas de la vida no me acompaña ninguna aspiración personal, me siento con la tranquilidad de expresar el júbilo que me da la candidatura del «Profe» Gaviria y de la seguridad que esto subirá el talante de la campaña presidencial.
Ñapa: Se acabará el Gobierno de la doctora Clara Luz y no estará tampoco listo el puente de Juanchito. El contratista se demoró todo el período de la Doctora Dilian y se gastará los 4 años de esta administración para terminar. ¿Alguien volverá a contratar con esa firma? A propósito, ya hay baches en el asfalto de la doble calzada a Candelaria y la vía no ha sido entregada.