Por @EscribidorMao
El Centro Democrático es una bomba política a punto de explotar en la propia cara de su creador, el honorable exsenador Álvaro Uribe Vélez y todo gracias a la desesperación y división al interior de su partido, que lejos de mostrar coherencia en sus decisiones, demuestra la ausencia de liderazgo y la fragilidad, del que alguna vez fue el partido más robusto de Colombia.
cagados y el agua no existe
Así de grave se ve la situación desde el exterior del partido, pero al interior las relaciones andan de mal en peor y pareciera que cada quien construye su propio programa de gobierno, mientras el veterano de la política, el Patrón del Uberrimo, no ve un panorama claro entre sus seguidores que, ya no tienen mucha fe en su criterio y andan cada quien por su lado buscando a gritos convertirse en los nuevos salvadores de la patria.
María Fernanda Cabal
Creyó que estaba a puertas de tener la bendición de Uribe para encabezar la lista de candidatos presidenciales, pero el viejo zorro no confía mucho en esa decisión. A pesar que Cabal refleja mejor que muchos, ese furor y discurso de ultra derecha, Uribe sabe que el país necesita un discurso distinto y eso ha obligado al jefe del partido a lavarse las manos y no prestar mucha atención a las exigencias de la Cabal.
paloma valencia
Fue considerada la hija putativa de Uribe, incluyo se tomó tan a pecho su título que aprendió a dar discursos con el mismo ímpetu de su padre político, pero de un momento a otros ese amor y admiración fueron decayendo con el paso de los días y hoy, dejó de ser una alternativa, pero el viejo zorro, sabe que no puede ser tan directo de sacarla del llavero porque se llevaría muchos votos con ella, así que le pide calma y serenidad para definir el futuro del partido y su próximo candidato.
el gobernador no tan limpio
Josué Alirio Barrera, surgió desde lo profundo del pensamiento de Uribe, que en busca de un candidato humilde, salido del pueblo, llegara a ser el contrincante de Petro para la segunda vuelta. Pero el cielo se fue nublando poco a poco, cuando la prensa independiente comenzó a excavar en las profundidades de su pasado y descubrió que el señor se había convertido en uno de los hombres más ricos de su departamento gracias a los nexos con paramilitares y narcotraficantes de la región. Lo que desató un mar de cólera en los otros precandidatos que no vieron con buenos ojos a este aparecido que apenas es conocido y que ya traía su amarre con el viejo zorro.
José Jaime Uscátegui
Y cerrando con broche de oro llega esa nueva voz de la derecha, encabezada por José Jaime Uscátegui, que desde lo profundo del partido busca renovar y afianzar los lazos del uribismo.
Uscátegui viene de familia militar, creció en diferentes unidades del Ejército. Su papá es el general retirado, Jaime Uscátegui, condenado a 40 años por la masacre de Mapiripán, una pena de la que pagó 10 años. En el 2014, Uscátegui se lanzó a la Cámara de Representantes por el Partido Conservador pero se quemó. A diferencia del 2018, cuando se convirtió en representante por el Centro Democrático con más de 34 mil votos. Desde entonces, se ha abierto camino en el partido de la mano de su líder Álvaro Uribe.
En el Salón Rojo del Tequendama, Uscátegui concluyó su discurso con un Ajúa (Arrojo, Justicia, Unión, Abnegación) el tradicional grito militar que fue correspondido por los asistentes al eventos entre los que se encontraba su papá Jaime Uscátegui.
¿se acabo la pólvora en el uribismo?
Ya entiendo al viejo zorro con su propuesta de permitir el voto a los militares, ¿Se imaginan al partido de los AJÚA apoyando a cualquiera de estos candidatos del uribismo? Sería la transición perfecta de la seudo dictadura al inicio de un gobierno militar autoritario, con la transparencia que hasta ahora han demostrado.
El Viejo Zorro anda desesperado y mientras asegura que el candidato del Centro Democrático debe escogerse de manera democrática (cosa que ni el más ferviente seguidor se cree) los candidatos ya no aguantan más tanta incertidumbre y no faltará la liebre que salta del matorral y monta rancho aparte.
¿oh quien será, quién será?
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