Una de las primeras medidas que Elon Musk anunció tras la compra de la red social Twitter fue cobrar una suscripción 8 dólares para que cualquier persona pudiera verificar su cuenta, lo que significa poner el chulo azul que usualmente tienen los famosos.
Sin embargo, ese cambio no salió para nada bien. Algunos usuarios lo hicieron para jugar bromas muy pesadas. Por ejemplo, alguien creó una cuenta con el nombre de la farmacéutica Eli Lilly, pagó los 8 dólares para verificarla y puso un tweet asegurando que la insulina empezaría a ser gratis. De inmediato las acciones de esa empresa se desplomaron y perdieron varios millones de dólares.
Y algo similar les sucedió a otras grandes empresas, como Nintendo y, paradójicamente, a Tesla, también de propiedad de Elon Musk. Algunos usuarios pagaron por verificar cuentas falsas y difundieron información errónea como broma.
Por esa razón el propio Elon Musk anunció que la verificación con pago tuvo que ser suspendida hasta que puedan garantizar un mejor uso: “Estamos poniendo en pausa el relanzamiento de Verifica Azul hasta que tengamos un alto grado de confianza de que podemos detener las identidades falsas. Probablemente usaremos marcas de color distintas para las organizaciones y para los individuos”, expresó Musk.