Por: Habib Merheg Marún
La catarata de noticias con que el país se mueve no da tiempo a terminar de asimilar una cuando ya otras la están sucediendo, mas fuertes, mas importantes y hasta más baladíes y, en esa medida, más sonoras en los medios, en las charlas cotidianas, en los almuerzos familiares.
Las de los últimos días dan para el título de esta columna porque por más que se le dan vueltas a los asuntos, no se encuentran respuestas por lo menos racionales.
¿Qué estaba pensado Ingrid Betancur cuando le llamó la atención a Alejandro Gaviria en el debate de candidatos? Quiso mostrarse como la mas pura de las mujeres que en Colombia han ejercido la política condenando a su compañero porque decidió aceptar el apoyo de un congresista de un partido, digamos, tradicional.
Lo que siguió sí que dio para hacerse la pregunta: ¿qué estaba pensando Gaviria cuando en su respuesta la tildó de hipócrita? Y no es que haya sido grosero, no. Es que, después se supo por boca de él mismo cuando al final ofreció disculpas, que en la Coalición tenían acordado cómo resolver esos asuntos sin ventilarlos en público. Ingrid no cumplió y Gaviria tampoco.
La pureza que hoy quiere mostrar la candidata del partido Oxígeno queda expuesta en toda su falsedad leyendo al vecino de este portal Kiko Becerra quien le dedicó toda su columna a narrar el pasado de la señora candidata y dibujarla tal cual fue.
Para completar, la señora Betancur salió en la televisión para demostrar que no tiene ni idea de lo que pasa en Colombia, no sabe qué candidato es de qué partido y si maneja o no la llamada por ella “maquinaria”, ni sabe la edad en que un colombiano se pensiona. Dicho esto ya como candidata de su propio partido y por fuera de la coalición a la cual quiso someter. ¿En qué estaba pensando?
Pocas horas después supimos por redes sociales que un concejal de la ciudad de Manizales decidió entrampar a un prestador de servicio de transporte por plataforma al cual entregó luego a la policía acusándolo de ser “ilegal” y clamando “respeto” por la ciudad de Manizales.
¿En qué estaba pensando el señor? Tal vez en figurar. Y vaya que lo logró. Las redes sociales se encargaron de decirle de todo lo imaginable y hasta se hizo una colecta que superó los 50 millones con el fin de ayudar al transportador que se quedó sin carro. Si quería protestar contra lo que él considera un acto ilegal, hay muchas otras formas de hacerlo. Y si quería era congraciarse con sus antiguos colegas los taxistas, se sabe de mas de uno que usa las plataformas como complemento al servicio tradicional. Además que en Colombia con muy pocas excepciones a la hora de votar, los gremios o grupos no es que se fijen mucho en quien los ayuda o quien no. Los afros no votan por los afros, los indígenas tampoco lo hacen por sus pares y me atrevo a decir que los taxistas tampoco lo hacen en la medida en que muchos se imaginan.
Como si faltaran temas para preguntarse en qué estaban pensando sus protagonistas, imposible no hablar de la selección de fútbol. ¿En que estaban pensando todas esas estrellas de equipos internacionales jugando como principiantes? ¿En qué estaba pensando su técnico Rueda cuando necesitando ganar los mandó a defenderse? Y ¿en qué estaba pensando cuando después de perder con Argentina afirmó “no estamos muertos”?