El dólar en Colombia ha pasado en menos de un mes de 4.000 a 4.500 pesos y la noticia no ha dejado de sacudir todos los medios, las redes sociales y hasta en las conversaciones sociales, pareciera que un dólar caro fuera peor que el Apocalipsis, pero ¿es tan malo el dólar caro?
Aparte de las interpretaciones con sesgo político entre quienes señalan al gobierno saliente por el alza y quienes acusan al gobierno entrante por la supuesta debacle, lo cierto es que son muchos los sectores que se benefician, y mucho, con la devaluación.
El turismo para los extranjeros, por ejemplo. Colombia se convierte en un atractivo destino con el consecuente beneficio de toda la cadena: hoteles, restaurantes, transportadores. En contraste, para el colombiano salir del país se convierte en una opción muy costosa y puede preferir entonces un destino nacional.
Los hogares que reciben remesas del exterior que en 2021 fueron de cerca de 8.000 millones verán cómo lo que reciben se convierte en muchos más pesos.
Las reservas internacionales en dólares también se benefician si el dólar se pone caro pues siendo recursos en manos del estado y si éste decide convertirlos en pesos, recibe mas por el mismo dólar.
Los exportadores de bienes como los floricultores y los cafeteros hacen su agosto con el dólar alto. Bien conocidas son sus quejas y sus pedidos de auxilio al gobierno de turno cuando la situación es al revés, o sea cuando no hay devaluación sino revaluación y por cada dólar se reciben menos pesos.
A nivel macroeconómico, toda la población se beneficia con un dólar alto pues los ingresos del país provenientes del exterior son principalmente por la venta de petróleo que se negocia, obviamente, en dólares y como en los casos anteriores a mayor precio del dólar mejor es la conversión cuando el gobierno usa ese ingreso.
Así que no todo es tan malo con un dólar alto. Lo que pasa es que los beneficiados hacen mucho menos ruido que los afectados y el tema político contribuye a confundir un poco sobre las causas y sobre los efectos.