Un descorazonador vídeo en el que se muestran prácticas de tortura contra animales, supuestamente filmado por activistas de los grupos Soko Tierschutz y Cruelty Free Internacional en un laboratorio de Mienenbuttel (Baja Sajonia, Alemania), ha sido difundido este martes por Metro.
En la grabación, cuya fecha se desconoce, aparece una sala en la que un grupo de monos está permanece con arneses de metal. Ante la resistencia de los primates, los trabajadores del laboratorio los agarran por el cuello y la cola para fijarlos en una estructura metálica, donde les obligan a tomar ciertas sustancias, que en ocasiones les provocan vómitos. También se ve a los monos encerrados en pequeñas jaulas, donde saltan y giran en círculos de forma compulsiva.
Los primates, que chillan de dolor y tratan de escapar cuando les suministran sustancias —a veces por la boca mediante largos tubos—, son inmovilizados por los empleados. Las imágenes también muestran a varios monos abrazados en el fondo de una celda.
En el video se aprecia la presencia de gatos encerrados, algunos de ellos con las patas notablemente dañadas, mientras de fondo se oyen maullidos de dolor. Asimismo, se ve cómo operarios les inyectan algo con una jeringa, mientras otro compañero sujeta a los animales.
En las instalaciones también hay perros encerrados en jaulas rodeadas de charcos de sangre que se encuentran en un estado físico deplorable. Los operarios les suministran alguna sustancia por la boca, mientras los canes aúllan de dolor
Según el medio británico, la grabación fue realizada a escondidas por un nuevo empleado y muestra las pruebas de toxicidad que se llevan a cabo en el laboratorio. Esta persona detalló que los animales, que se viven en «condiciones horribles» y son tratados con violencia, a menudo vomitan y sangran después de los experimentos, que también les provocan «dificultades respiratorias, fiebre, pérdida de peso e incluso la muerte».
Los trabajadores prueban con ellos sustancias tóxicas para saber qué dosis puede ser dañina en humanos y no les proporcionan ningún medicamento para aliviar el dolor a posteriori. «Aún meneaban la cola cuando los llevaban para matarlos», explicó el activista Friedrich Mülln, de Soko Tierschutz.
Estas organizaciones contra el maltrato animal han denunciado el caso a la Policía, que ha abierto una investigación. Los activistas reclaman que se cierre el laboratorio y que las leyes en Europa sobre esta materia sean más estrictas.
Director: Habib Merheg Marún