El tigre de Bengala que por años fue una de las atracciones del Parque Hacienda Nápoles, aprovechó un descuido de sus cuidadores y huyó de su jaula en momentos en que el lugar estaba cerrando el acceso de visitantes por fin de la jornada.
La alarma fue activada y se puso en marcha el protocolo que el parque tiene establecido para hechos extraordinarios el cual busca, ante todo, la protección de las personas frente a la amenaza que significa una fiera suelta.
Sin hacer claridad sobre cómo sucedieron los hechos, la administración de Hacienda Nápoles informó en un comunicado difundido en sus redes sociales:
“El hecho se produjo por una lamentable combinación entre una falla en el protocolo de manejo del animal y su particular astucia y aconteció cuando el parque ya estaba cerrado al público”.
Agrega el comunicado que: “Las autoridades ambientales fueron informadas del suceso con la confirmación de que el animal nunca abandonó las instalaciones del parque y que la alerta de emergencia se cumplió de inmediato y con el único desenlace que se podía aplicar en el momento”.
Con “desenlace” quieren decir que el tigre tuvo que ser sacrificado pues no fue posible capturarlo vivo para llevarlo de nuevo a su jaula.
Escapes de zoológicos se presentan cada vez con menos frecuencia debido a las exigencias en los protocolos de seguridad. Protocolos que no existían en la época en que el narcotraficante Pablo Escobar, dueño inicial de la Hacienda Nápoles, importó ilegalmente varias parejas de hipopótamos algunos de las cuales escaparon y hoy son un grave problema en toda la zona del Magdalena Medio donde se han ido reproduciendo y han sido catalogados como “especie exótica invasora”.