En Turquí en el 2018 se presentaron 188 casos de acoso a las mujeres y 380 casos de mujeres víctimas de ataques por parte de hombres en una sociedad machista que atenta contra la vida de miles de mujeres.
Otro caso registrado en el mismo país, cuenta la historia de aquellas mujeres que por el mal trato de sus maridos buscan el divorcio y encuentran la muerte.
Muhterem Göçmen (31) no pudo pegar ojo esa noche. Pese a ello, decidió ir a trabajar al día siguiente. Sabía que los viernes había mucho trabajo en la peluquería, y no quería fallar a sus jefes. Su sobrina de 14 años acababa de empezar a trabajar también allí, así que pensó que al menos iría acompañada.
La mañana del 28 de junio de 2013, Muhterem y su sobrina caminaron juntas hacia la pequeña peluquería, en el barrio de Etiler, en la zona europea de Estambul. Iban escuchando música desde el teléfono de Muhterem, compartiendo los auriculares, cuando él llamó. “Empieza a rezar, porque hoy es tu último día”, dijo.
El 2017 ha sido un buen año para los movimientos feministas en algunas partes del mundo. Las mujeres nos hemos unido contra la violencia machista, denunciando casos de acoso y violencia sexual perpetrados por hombres en posiciones de poder. Que no por ello poderosos.
2017 ha sido también el año de la campaña del #MeToo, que inundó nuestras redes sociales de historias de mujeres que alguna vez sufrieron violencia. En España, más recientemente, las críticas al juicio de “La Manada” desencadenaron en una en una serie concentraciones bajo el grito de guerra #NosotrasSomosLaManada. Mientras tanto, en Turquía, las mujeres se sienten cada vez más impotentes ante el aumento de los casos de feminicidio.