Mientras esperaba suceder en el trono a su madre, la recién fallecida Isabel de Inglaterra, el príncipe Carlos vivió en Clarence House y allí, obviamente, tenía su propia servidumbre. Pero como ya empacó para irse a Buckingham, el nuevo rey puso en el andén a sus antiguos sirvientes.
El cadáver de la reina va de aquí para allá recorriendo parte de su inmenso reino como manda el protocolo y a su hijo mayor le toca en medio de tanto dolor, tomar decisiones como rey que ahora es. Una de esas decisiones fue escoger con qué servidumbre se quedaría y al parecer, prefirió la de su madre.
Según el periódico The Guardian son cerca de 100 empleados que han recibido cartas informándoles que se quedaron sin trabajo y que, con mucho gusto, se les ayudará con la hoja de vida para encontrar otro empleo.
No son muchos los príncipes herederos ante los cuales presentar el curriculum pero se espera que con décadas de experiencia en tan altos honores, alguna empresa requiera los servicios.
La residencia del nuevo rey será cerrada y a los nuevos desempleados se les indemnizará debidamente han informado fuentes cercanas a Carlos III.