Según el acuerdo del Departamento de Justicia, Facebook pagará 4,75 millones de dólares a Estados Unidos y hasta 9,5 millones de dólares a personas elegibles afectadas por la supuesta discriminación de la compañía.
La red social también debe capacitar a sus empleados sobre las medidas contra la discriminación en la ley de inmigración de Estados Unidos y hacer más para reclutar trabajadores estadounidenses por encima de la contratación de extranjeros.
La demanda apuntó a más de 2.600 puestos, con un salario promedio de unos 156.000 dólares, ofrecidos desde Enero de 2018 hasta Septiembre de 2019.
Se estima que este nuevo proceso legal contra Facebook representa una creciente presión judicial, regulatoria y antimonopolio sobre esa red social que llega a miles de millones de personas en todo el mundo con sus plataformas.
“Facebook no está por encima de la ley y debe cumplir con las [protecciones] de derechos civiles federales de nuestra nación“, aseveró la fiscal general adjunta Kristen Clarke en un comunicado.
La compañía, también en un comunicado, insistió en que creía “firmemente” que estaba cumpliendo con los estándares del gobierno federal, pero acordó poner fin al litigio y “seguir adelante”.
“Estas resoluciones nos permitirán continuar enfocándonos en contratar a los mejores colaboradores tanto de Estados Unidos como de todo el mundo”, indicó una portavoz.