“Manuelito: hacete ahí, resolveme ese chicharrón tan verraco. Yo sé que a veces no tenés idea de temas culturales…”, dijo en un video el hasta hace pocas horas secretario de Educación de Medellín, Manuel Córdoba, refiriéndose a la forma cómo había llegado al cargo. Casi de inmediato, el alcalde de la ciudad Federico Gutiérrez lo sacó del cargo.
Quedó claro que el excandidato presidencial y hoy alcalde, nombró como secretario de cultura a un perfecto desconocido que no tenía idea del tema “y no le daba pena decirlo” como dijo en el mismo video.
Casi al tiempo sucedió el hecho del Palacio de Justicia de Medellín: un sujeto armado con un machete quiso entrar y, literalmente, se batió a machete con los policías que custodiaban la entrada uno de los cuales disparó. El agresor pudo ser controlado pero una bala perdida impactó a una niña y uno de los policías terminó en el quirófano por heridas en la cara con el machete del agresor.
Fico, gran conocedor de cómo se manejan los medios, corrió al palacio de justicia, convocó a los medios (que, por demás, le vuelan…), y contó compungido lo que había pasado y lo interesado que estaba en el asunto.
Así, magistralmente, tapó la embarrada de saberse cómo nombró a uno de sus secretarios y se convirtió en el súper alcalde que lucha contra el crimen que la mayoría de ciudadanos quiere ver.
Que quien quiso, y quiere, ser presidente, nombre un funcionario que no tenga idea del asunto encomendado, pasó a segundo plano.