La participación de los equipos profesionales de fútbol de Colombia en las copas internacionales finalizó ayer con la goleada 7 a 1 que sufrió el Deportes Tolima ante Flamengo de Brasil en el estadio Maracaná y la derrota del Deportivo Cali 2 a 1 frente al Melgar de Perú.
Los dos equipos colombianos venían de ser flamantes campeones de torneos locales y lograron avanzar algunos pasos en las copas continentales pero la gasolina les alcanzó hasta ayer y en su paso dejaron claro que el nivel del fútbol colombiano está muy lejos del que han querido vender algunos medios y ciertos periodistas que no vacilan en calificar el torneo criollo como uno de los mejores del continente.
Pero los resultados hablan de otra cosa: Colombia no va al mundial (luego de 7 partidos en que no hizo ni un solo gol), Deportivo Cali pasó de ser campeón en un torneo a ser penúltimo en el siguiente, Deportes Tolima se despide con goleada y los demás participantes en torneos internacionales, fueron eliminados en las primeras rondas.
A la luz de los resultados, el fútbol colombiano cada vez se parece más a la actitud de James Rodríguez que pasó de ser crack a ser estrella de redes sociales y menos a la de Luís Díaz que con calidad y seriedad saca la cara por Colombia en la liga más exigente del mundo.