Francia Márquez fue recibida en audiencia por el papa Francisco en el Vaticano quien la saludó con un “Gracias por estar aquí” saludo ante el cual se hizo evidente la felicidad de la vicepresidenta colombiana al estar frente al jefe de la iglesia católica.
Dentro del acostumbrado ritual de intercambio de regalos, Márquez le llevó a Francisco una marimba e intentó hacerla sonar ante el pontífice mientras le explicaba que a ese instrumento en su tierra le dicen “el piano de la selva”.
El papa, a su vez, le regaló a Márquez una obra esculpida en el Vaticano y algunos de los libros escritos por él.
Al despedirse, Francisco usó la frase que lo ha hecho célebre desde el día de su posesión: “Rece por mí”, ante la cual la vicepresidencia le correspondió con “Y usted por mí”.
A partir de ayer hay marimba en el Vaticano.