Algunos hinchas que asisten a estadios europeos parecieran venir del espacio exterior, proceder de una mejor genética intergaláctica y padecer una insufrible alergia a lo distinto, a lo negro, lo latino, lo diferente. A la primera ocasión la cogen contra el jugador o jugadora de turno y le restriegan su supuesta superioridad.
Le ha sucedido a los más famosos (la escena del defensor brasileño Dani Alves con la camiseta del Barcelona cuando recibe desde las gradas un banano y él lo recoge, lo pela y se lo come, es de antología), y le acaba de suceder a la colombiana Mayra Ramírez en un partido entre su equipo, el Levante, y el Alhama en los octavos de final de la Copa de la Reina del fútbol español.
Los insultos fueron percibidos por la jueza del encuentro Ylenia Sánchez Miguel y, por supuesto, por la jugadora que se le acercó a quejarse. El partido se suspendió algunos minutos, luego de que Sánchez consultara con agentes de la Guardia Civil presentes en el estadio.
El equipo de la jugadora colombiana que disputará con su selección el próximo Mundial terminó derrotado 5 a 3.