La gasolina en Colombia, como en gran parte de los países del mundo, está subsidiada. Es decir, cuando un usuario paga por un galón en una estación de servicio, el gobierno paga un valor adicional.
Ese subsidio que beneficia directamente a los dueños de vehículos e indirectamente a toda la población, se maneja a través de un fondo llamado Fondo de Estabilización de Precios (FEPC). Ese fondo año tras año ha venido acumulando pérdidas hasta llegar a 40 billones por año, según el propio presidente Petro quien no ha dudado en poner el espejo retrovisor para buscan responsables.
Ante esto el exministro de Hacienda de Duque salió al paso para desmentirlo: “Presidente, muy importante retomar lo que les compartimos en empalme y que le di personalmente con el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Cap. 2). Allí ve usted que pagamos 14,2 billones del déficit antes de salir y dejamos 28,5 billones presupuestados, así como otras fuentes de pago…”, trinó el exministro José Manuel Restrepo.
Según lo dicho por el presidente Petro, la gasolina subirá de precio para poder cubrir ese faltante. El tamaño del aumento no se ha conocido, pero más allá de los argumentos de cada parte es sabido que al tocar el precio de los combustibles todo sube casi que automáticamente. Una muy difícil prueba para un gobierno a menos de 2 meses de iniciar.