Por Mao Escribidor
Desde hace un par de meses, el Senador Gustavo Bolívar ha venido expresando su descontento en su carrera política, de la mano de Gustavo Petro. Asegura que el hueco fiscal que le ha dejado estos cuatro años en el congreso, distante de su actividad primaria, la escritura de libretos para televisión, ya lo tienen al borda de un colapso.
El problema es más profundo de lo que dicen, asegura también que la oposición no tiene fuerza en el congreso y que los partidos que apoyan al gobierno de Duque, mantienen un control inescrupuloso que sólo permite debatir en el congreso los temas que las mayorías políticas deciden, dejando en el olvido a los partidos de la oposición.
No hay manera de competir y presentar propuestas, si los partidos mayoritarios están de acuerdo en bloquear todas las iniciativas de los opositores del gobierno. Es una pelea de tigre con burro amarrado, que no da espacio a la pluralidad del debate político.
La iniciativa de retirarse de la política ha generado todo tipo de reacciones por parte de la ciudadanía, los seguidores de la Colombia Humana lamentan la posible decisión de Bolívar, mientras el Centro Democrático celebra la salida de uno de los opositores más contundentes del gobierno Duque.
Parece que la llama de la esperanza del progresismo se va atenuando poco a poco y todavía no escuchamos la opinión de Gustavo Petro.
¿Debería retirarse Gustavo Bolívar
del Congreso?