Cada día aparecen más y más relatos en los medios sobre lo que deja el gobierno saliente. El portal La Silla Vacía trae hoy un informe sobre el edificio del consulado principal de Venezuela en Bogotá. Una construcción de varias plantas que hoy, debido a la desidia del gobierno Duque, está convertida en guarida de ladrones y habitantes de la calle.
Si bien la propiedad del inmueble es del estado venezolano, es responsabilidad del gobierno colombiano velar por su seguridad aun estando desocupado. Así lo dicta la Convención de Viena, pero el gobierno Duque no hizo lo necesario y la maleza y las maleantes se apoderaron del lugar.
Otra “herencia” que Duque le deja a Petro pues el gobierno entrante ya anunció que restablecerá las relaciones diplomáticas con Venezuela y seguramente el edificio abandonado será requerido por la diplomacia venezolana para albergar a sus funcionarios.
Quién pagará las reparaciones será un punto más a acordar dentro de la agenda de conversaciones.