El panorama en galpones de aves afectados por la enfermedad conocida como gripe aviar puede ser apocalíptico: la infección puede acabar hasta con el 75% de los animales con las obvias consecuencias en la economía avícola, uno de los renglones más importantes del país.
Ante los brotes surgidos por las variantes más mortales de la gripa aviar, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), a través de una resolución del 26 de diciembre, pide a mandatarios locales la suspensión de las peleas de gallos debido a que la enfermedad es altamente contagiosa.
Los principales focos de la enfermedad están en Cartagena, Acandí (Chocó), San Pelayo, San Bernardo, Lorica, Moñitos, Ciénaga de Oro y Cereté en Córdoba, El Retén en Magdalena y Los Palmitos y Toluviejo en Sucre.
La influenza aviar obliga al sacrificio de las aves afectadas y a la quema de sus cadáveres pues no hay aún una medicina que sane la enfermedad.
La influenza aviar no se clasifica dentro de las enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmitan de animales a humanos, aunque hay casos en que algunas personas en contacto con animales enfermos han presentado algunos síntomas.