A pesar de la gravedad de la situación, los tiroteos no cesan en Estados Unidos y parecieran convertirse en hechos cotidianos. Solamente en tres días se han registrado cuatro tiroteos que han dejado al menos 20 muertos, tres de ellos ocurrieron en el estado de California y otro en Iowa.
Las opiniones en ese país están divididas, diferentes sectores políticos defienden con ímpetu el uso de armas de fuego que, además, pareciera que ya hacen parte de su cultura, mientras que otros grupos rechazan su uso precisamente por la ola de tiroteos que aqueja al país.
Este martes el presidente estadounidense Joe Biden pidió al Congreso de ese país en un comunicado que se prohíba la fabricación y el porte de armas de fuego por parte de cualquier ciudadano de a pie:
“Sabemos que el azote de la violencia armada en Estados Unidos exige medidas más contundentes. Una vez más, insto a ambas cámaras del Congreso a que actúen con rapidez (…) y tomen medidas para mantener seguras las comunidades, escuelas, lugares de trabajo y hogares estadounidenses”, expresó Biden luego de los primeros dos tiroteos, aún faltaban dos más en la noche del lunes.
Este lunes senadores demócratas presentaron proyectos para prohibir armas de asalto y aumentar la edad de compra de estas a los 21 años.