Hoy se disputó el partido Inglaterra vs. Irán, por el grupo B del Mundial de Catar. Este juego fue atractivo para el espectador, muy diferente al prudente partido de inauguración entre Catar y Ecuador.
El partido entre Irán e Inglaterra fue atractivo desde tres puntos de vista diferentes que podría ser analizado por expertos en diferentes áreas:
En lo deportivo fue un partido lleno de goles, tal y como le gusta al espectador de fútbol, los goles son el objetivo de los juegos y en este caso hubo ocho, seis para Inglaterra y dos para Irán. Bukayo Saka para Inglaterra y Mehdi Taremi para Irán marcaron dos goles cada uno, uniéndose a la tabla de goleadores del Mundial junto a Enner Valencia de Ecuador.
Pero el partido también fue atractivo en lo político y humanitario. La Selección de Inglaterra había asegurado que su capitán Harry Kane portaría un brazalete con los colores de la bandera LGBTI, pero a último momento la FIFA aseguró que esto causaría sanciones deportivas drásticas. Finalmente, Harry Kane decidió no portar el brazalete, pero como respuesta todo su equipo se arrodilló en el piso al iniciar el partido como protesta por las violaciones de derechos humanos en Catar.
Por otro lado, todo el equipo de Irán se negó a cantar el himno de su país al inicio del partido. Esto se hizo en apoyo a las protestas que se llevan a cabo en ese país desde hace dos meses y que iniciaron por la muerte de una mujer iraní luego de violar un código de vestimenta.