Este lunes, el procurador delegado para asuntos de las Fuerzas Militares Hermán Rincón, inició el juicio disciplinario contra los siete soldados del Ejército involucrados en la violación de una menor de doce años de la comunidad indígena Embera, en zona rural del municipio de Pueblo Rico, Risaralda.
Este caso debe generar un ejemplo de justicia que sirva para establecer un distanciamiento entre los abusos sexuales violentos por parte de los integrantes del ejército nacional.
Los uniformados, que hacen parte del Batallón de Artillería No. 8 ‘Batalla de San Mateo’, de la octava Brigada del Ejército Nacional, tendrán que responder por el presunto acceso carnal violento y secuestro simple cometido contra la menor, a juicio del ente de control.
Los cargos les fueron endilgados a los soldados regulares Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, José Luis Holguín Pérez, Juan David Guaidía Ruiz, Oscar Eduardo Gil Alzate, Deyson Andrés Isaza Zapata y Luis Fernando Mangaret Hernández.
La procuradora delegada Aura Fajardo, en audiencia pública adelantada de manera virtual, advirtió que frente al caso del soldado Fernando Mangaret Hernán, aunque no ejecutó actos de violación sexual contra la niña, al parecer, contribuyó a la realización de estas conductas cuando tenía el deber constitucional y legal de defenderla de cualquier agresión.
El no haber participado en el acto sexual,
no lo exime de su responsabilidad moral y ética.
De acuerdo con lo expuesto por la procuradora, Mangaret arregló un “cambuche” para que la menor se hospedara luego de que fue abusada por sus seis compañeros, mientras estuvo desaparecida de su casa entre las 8:00 de la noche y las 5:00 de la mañana.
La delegada de la Procuraduría dejó claro que los soldados regulares ya habían sido advertidos de la desaparición de la menor, y aún más les habían advertido que no se acercaran a la niña, pero hicieron caso omiso, de ahí que Mangaret la persuadiera para que se quedara en el “cambuche”.
Lo que llamó la atención de la procuradora es que los soldados tenían la responsabilidad de cuidar la integridad de la menor quien pertenece a una etnia diferente a la de los agresores, quienes en audiencia penal hecha por la Fiscalía, aceptaron su responsabilidad en el abuso sexual.
Director: Habib Merheg Marún