Opinión: Kico Becerra
Desconcertante por decir lo menos la tan esperada audiencia de formulación de cargos contra el alcalde electo de Cali.
El auditorio estaba lleno de delegados de los candidatos perdedores, quienes no pierden la esperanza de que vuelva a haber elecciones en próximos meses.
La fiscalía realmente no podía estar más enredada, ante la contundente posición de la procuraduría y la defensa de Ospina, demostrando que el contrato, objeto de los cuestionamientos, no había sido suscrito por el acusado.
Desde el comienzo de la audiencia cuando el Juez, decidió no permitir que el municipio de Cali, se constituyera en contraparte como víctima, se notó que los argumentos de la acusación eran muy endebles.
Era de esperar que negada en esa primera fase de la audiencia la posibilidad que el municipio fuera víctima del supuesto delito, serían negadas las demás pretenciones de la fiscalía y, por eso, para no quedar más en evidencia de que su anunciada formulación de cargos, en plena campaña electoral, tenía un claro matíz político, optó por pedir el aplazamiento, con la ridícula excusa de que debía viajar a Bogotá.
Otra demostración más de la nefasta politización de la justicia. Eso de querer ganar elecciones con «seguras» próximas detenciones de algunos candidatos, cada día está más desprestigiado.
Lo inaudito es que en lugar de permitir se despejen de una vez por todas las dudas sobre la legalidad de las conductas, se opte por aplazamientos para mantener la zozobra.
Ñapa: Somos tan incrédulos los Colombianos que estamos seguros que después de la condena de Aida Merlano , en las elecciones pasadas en Barranquilla no se compró ni un voto.
Ñapita:lo más demoledor de la vida pública es cuando uno se convierte en rey de burlas por las metidas de patas. Sería bueno que la familia Lafaurie Cabal y quien le escribe los abundantes trinos a nuestra vicepresidenta, re pensaran y re leyeran antes de publicar sus declaraciones. De verdad están quedando como tontos y sabemos que no son.