Hay noches de noches, incertidumbres que acaban convertidas en gestas, equipos que parecen destinados a lucir en un torneo a pesar de todo y de todos. Y después de todo están Real Madrid y la Champions League. La historia de un romance para la eternidad, una novela de suspenso que siempre, pero siempre, acaba en una feliz página en blanco.
Real Madrid logró un triunfo salpicado de heroísmo, que sí que habla francés pero no por PSG sino por Karim Benzema, el hombre que les dio a los suyos la más impensable pero merecida dicha de avanzar a los cuartos de final, tras remontar la serie contra PSG e imponerse por 3-0 cuando perdía 0-1 el partido y 0-2 la llave. Lo increíble pasa para el Real Madrid en la Champions. No son muchos los que pueden contar esa historia.
A la anécdota fue el partidazo de Mbappé. Nada quedó de Neymar y Messi y el morbo de su regreso al Bernabéu. Todo se fue al traste por cuenta del nerviosismo del arquero que le ganó por juventud el desquite a Keylor Navas.
Justo a la entrada del Bernabéu colgarán pronto un aviso en letras rojas: ¡Nunca subestimar a Real Madrid en Champions League!