Comenzó como una broma hace más de diez años y se terminó haciendo realidad. En una de sus clásicas reuniones, allá por el 2008, estas siete grandes amigas de China se comprometieron a envejecer juntas en una mansión. Una muestra que corrobora que los sueños grupales si pueden alcanzarse.
No pensaban seriamente en lo que decían, pero esa promesa fue tomando cada vez más fuerza. El sueño utópico para sus todavía lejanos días de retiro y jubilación, dejó de ser tal cuando las chicas se toparon con una propiedad en los suburbios de Guangzhou, en el sureste de la provincia de Guangdong y recordaron aquel compromiso.
Esa mansión olvidada ahora podía ser el lugar para pasar juntas sus últimos años y no dudaron en ponerse a trabajar para renovarla y transformarla en su casa de retiro. Tras una obra que costó cuatro millones de yuanes (582.114 dólares), las siete mujeres le dieron forma a su impresionante mansión de tres pisos. Estaba destruida y ahora luce completa con ventanas de vidrio del piso al techo, un amplio pabellón de té, una enorme cocina abierta y una pileta.
Director: Habib Merheg Marún