Me han preguntado por qué he estado tan alejado en estas últimas semanas; he decidido contarles a mis lectores la razón, por impúdica que sea: Estuve 3 semanas padeciendo el terror de preparar y presentar mi declaración de renta, que, para supuestamente agilizar y volver amable esta «patriótica» contribución, me pasé al Régimen Simple que es el más complicado sistema posible.
La DIAN (Depredador, Inclemente, Amenazante, Negligente) se convirtió en el martirizador de los pocos ciudadanos que pagamos impuestos.
Comienza con el diseño incompleto de formularios infinitos que, una vez diligenciados, termina el sistema diciendo que están mal llenados, sin explicar la causa. Si no salva, pues se pierde todo lo hecho o sino, de todas maneras, el sistema te saca por haberse agotado el tiempo en la aplicación. Y vuelva y empiece de cero. Después de 10 veces del mismo proceso y llamar horas enteras a un número que nunca contesta, milagrosamente te aceptan una parte y te deja sin poder completar el resto.
Los contadores y abogados tributaristas, desesperados, se dirigen a las oficinas de este monstruo depredador y después de horas les informan que están corrigiendo el error y, mientras, se vencen los términos.
Y finalmente, cuando se va a pagar, se genera el recibo, pero, el sistema de pago dice que el recibo no existe y no se logra. Empieza de nuevo la pelea. Entre más difícil mejor, para que además les duela a los contribuyentes, no solo la plata sino todo el proceso. De nuevo a consultar y oh sorpresa, la respuesta, pues llame a PSE para ver qué es lo que pasa porque esa parte ya no es de la DIAN.
Nadie puede creer que hasta para pagar le pongan al contribuyente problemas e infinitos enredos. Además de una reforma tributaria anual, tenemos que aguantar los inventos de los genios que gozan martirizando a quien debe pagar impuestos.
¡Las delicias de Locombia!
Ñapa: Que vergüenza el escrito de este fin de semana, de Juan Lozano (que es más feo por dentro que por fuera); este Judas de la política, disfrazado de periodista, da más vueltas que Roy.