¿Qué pasó con la tutela que la Corte Constitucional le negó a Álvaro Uribe? Es la pregunta que me hacen algunos lectores.
En esencia, sobre la actualidad del proceso que cursa en su contra, no pasó nada; sigue en poder de una juez que decidirá si precluye la investigación o continúa el juicio; la fiscalía ha pedido la preclusión.
La decisión de esa juez es apelable ante el Tribunal de Cundinamarca quien, finalmente, dirá si hay juicio o se cierra la investigación.
Lo que hizo la Corte Constitucional es poner orden en el privilegio que tienen los Congresistas que renunciaban al fuero y, de esa forma, buscaban que lo actuado por la Corte Suprema quedara sin vigencia.
Un ejemplo para aclarar este enredo jurídico: Un Senador mata a una persona; por tener fuero, la Corte Suprema asume la investigación, lo indaga y ordena que lo detengan, por encontrar graves indicios en su contra; una vez detenido el Senador homicida renuncia a su fuero, buscando que todo lo actuado por la Corte Suprema quede anulado y, se inicie por la fiscalía y un juez común, un nuevo proceso, partiendo de cero.
Lo que hizo la Corte Constitucional en la tutela de Uribe fue decir que lo actuado por la Corte Suprema debe ser tenido en cuenta, cuando se renuncia al fuero por parte de cualquier congresista.
Agregó el alto tribunal que, lo mismo sucede cuando alguien adquiere Fuero Constitucional. Si un ciudadano era investigado por la jurisdicción ordinaria por asesinato y ya tenía orden de detención, cuando llegue su proceso a la Corte Suprema, por haber sido elegido Senador, su proceso debe continuar en la misma etapa que estaba cuando no tenía dicho fuero.
Por tratarse de un proceso de implicaciones políticas, este fallo se volvió polémico; en otras circunstancias sería un fallo más que justo. No es posible que los Congresistas y demás funcionarios con Fuero, tengan la posibilidad de escoger el juez que más les convenga y se tengan que iniciar de cero los procesos en su contra, cuando renuncien o adquieran Fuero Constitucional.
Síntesis: El proceso contra Uribe sigue intacto donde está; no hay fallo en su contra. Sin duda, la tutela fue un error de la defensa del expresidente, puesto que lo pone de perdedor de esa acción judicial.
Antes de 4 años no habrá decisión final sobre este enredo de los falsos testigos.
Que no panda el cúnico, decía el Chapulín.
Ñapa: Que bueno observar un partido de fútbol como el de Brasil y Colombia, sin tantas marrullas y jugando de tú a tú.