Pasaron unos días desde que Grigor Dimitrov publicó en Instagram su positivo en el test del COVID-19. Sin embargo, hay mucha tela para cortar en torno al Adria Tour.
En primer lugar, Georgi Stoimenov, manager del búlgaro, hizo autocrítica de algunos movimientos de la organización y de los propios jugadores: “Es un tema delicado. Si alguien cercano se acerca a saludarte calurosamente lo suyo es ponerte la máscara y decirle que no. Pero cada uno de nosotros cometimos el mismo error, no fuimos tan disciplinados como deberíamos haber sido”.
Tras Dimitrov, la cadena de positivos por coronavirus prosiguió hasta alcanzar también a su entrenador (Christian Gro), su fisioterapeuta (Algis Hristov), su último rival (Borna Coric), uno de los entrenadores de Novak Djokovic, Viktor Troicki y su esposa, que dicho sea de paso está embarazada.
El efecto dominó asusta y la prensa croata identificó al búlgaro como el paciente cero. Grigor habría volado de Serbia a Croacia con el virus y, por ende, puesto en riesgo la salud de todos al no llevar a cabo ninguna medida de seguridad ni hacerse las pruebas a tiempo.
Tras jugar el sábado ante Coric, visiblemente enfermo, Dimitrov tomó la decisión de volver a Mónaco. Tras hacerse un chequeo médico, comprobaron que, efectivamente, era el COVID-19.
La inconsciencia de Dimitrov puso en riesgo la salud de mucha gente que estuvo o pudo haber estado en contacto con él en su gira por el Adriático que finalmente fue el Tour del contagio.
Director: Habib Merheg Marún