El osario colectivo del cementerio del municipio de Samaná, Caldas, fue el escenario de la intervención llevada a cabo por la Justica Especial para la Paz (JEP), que busca recuperar cuerpos de víctimas de desaparición forzada. Hallaron, entre otras cosas, 42 estructuras óseas con signos de violencia.
Los cementerios de Samaná, Norcasia y Victoria en el departamento de Caldas cuentan con una medida cautelar ordenada por la Sección de Ausencia de Reconocimiento y Verdad (SARV), de la JEP, con la que se busca proteger los restos allí depositados con el fin de determinar si contienen los de víctimas del conflicto, específicamente, víctimas de desaparición forzada.
La JEP responde así al llamado de los familiares de las víctimas. Samaná será el piloto de una metodología que permitirá avanzar en la búsqueda de desaparecidos cuyos cadáveres hubieran podido ser enterrados en fosas comunes de cementerios de municipios en zona de conflicto.