Por @EscribidorMao
El juego político está centrado en las estrategias que se desarrollan con el fin de lograr el propósito final: Ganar las elecciones.
Bajo esa premisa cada candidato y cada jefe de campaña con su equipo de trabajo se las ingenian para atacar a quien va en la cabeza en las encuestas y usar todos los medios posibles para desacreditar a Gustavo Petro con tal de impedir que llegue un guerrillero a la Casa de Nariño.
En campaña todo se vale y cuando se trata de ganar la presidencia no hay límites en las estrategias, desde presentar promesas falsas para convencer a tanto incauto, comprar votos y buscarle en el pasado a cada quien para desacreditar la imagen.
Fico ya tiene el apoyo de Uribe y eso le encanta, de hecho han sido grandes aliados desde hace mucho tiempo, lo que le falta ahora a Fico es acercarse al Centro que está representado por Sergio Fajardo, porque ya tiene el voto de los cristianos, del partido de la U e insiste en ganarse a los liberales, sabiendo que los conservadores ya están de su lado.
La Estrategia
Fico sabe que si ataca a Fajardo de ser supuestamente aliado de Petro, generaría el efecto contrario, o sea que Fajardo para demostrar que no está con Petro apoye a Fico. Se llama Sicología Inversa y funciona cuando el afectado intenta demostrar que no es aquello de lo que se acusa.
En otras palabras, Fico intenta decirle a Fajardo que si no apoya su candidatura es porque apoya la de Petro y el efecto es particularmente interesante, si no estás conmigo, deberías votar en Blanco para liberarte de la responsabilidad.
Queda claro que esos votos del Centro son importantes para Fico, pero con el apoyo de los otros candidatos podría ganarle a Petro, siempre y cuando los del Centro hagan lo mismo que hace 4 años, apartarse de las urnas.
«No estés conmigo,
pero tampoco te entregues
a mi opositor».
¿Volverá a caer Fajardo en un juego ya conocido?