El viaducto sobre la Ciénaga de la Virgen, denominada por el Gobierno como la obra más grande el país y que acorta el trayecto entre Cartagena y Barranquilla gracias a una autopista elevada sobre el cuerpo de agua, hoy tiene encerrado al corregimiento turístico de La Boquilla, en el norte de la capital de Bolívar.
“Hubo falta de planificación de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el consorcio que construyó el complejo vial, ya que no contaron con que el pueblo de la Boquilla albergaba gente que trabaja y estudia en Cartagena, y no construyeron accesos dignos al pueblo”, dice Gabriel Romero, líder del corregimiento.
La zona norte de Cartagena, además del viaducto, cuenta con el anillo vial para la salida y entrada de la ciudad. Las autoridades nacionales determinaron que la doble calzada del viaducto, el cual fue puesto en operación en el primer trimestre de este año, tuviese sentido Cartagena – Barranquilla; mientras el anillo vial funcionara en sentido contrario.
Así, las comunidades del pueblo turístico y pesquero de La Boquilla quedaron encerrados e incomunicados con las poblaciones vecinas y con el hospital de Serena del Mar. Por eso, desde las 5 de la mañana de este lunes, los habitantes de la Boquilla marchan de forma pacífica para exigir vías de acceso digna a su población.
“El turismo en las playas de La Boquilla bajó en un 70 por ciento porque ya no hay ingreso para buses y los turistas y operadores turísticos están buscando otras playas”, dice Argemiro González, líder de los restaurantes de las playas de La Boquilla.
«No queremos ese callejón destapado y angosto, queremos vías dignas de ingreso y salida. Nos tienen encerrados, ya no llega el turismo y eso afecta el bolsillo de la gente».
Las autoridades improvisaron un callejón destapado y angosto, en inmediaciones a los hoteles de Los Morros, como único acceso al pueblo. Por allí ingresan colectivos, buses, carros particulares y motos, de tal manera que para ingresar a La Boquilla hay que afrontar trancones.
Ambos corredores son de carácter nacional, y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el consorcio vial que construyó el viaducto, no contaron con los casi 80 mil habitantes de La Boquilla que trabajan y estudian en Cartagena.
“No queremos callejón, queremos vías dignas. Nos tienen encerrados y eso afecta el bolsillo de la gente”, dice Jaqueline Monrroy, habitante del lugar.
El alcalde de la ciudad, Pedrito Pereira, señaló que por tratarse de una vía nacional, el reordenamiento le corresponde a la ANI.
«Ya nos reunimos con autoridades de la ANI y la comunidad y pusimos sobre la mesa esta problemática; esperamos una solución urgente», dijo Pedrito Pereira.
Director: Habib Merheg Marún