Opinión: Kico Becerra
El estilo hace al hombre (ahora para no ser tachado de jurásico) y a la mujer.
Diversos estilos de posesión vimos ayer; quiero resaltar algunos contrastes que me llamaron la atención.
La alcaldesa de Bogotá hizo una ceremonia laica. Sin obispos ni pastores. La gobernadora del Valle y el alcalde de Cali, hicieron gala de sus convicciones religiosas, con arzobispo a bordo.
Los Alcaldes de Medellín, Cali y Palmira tomaron posesión sin corbata. El último lo hizo en jeans. La gobernadora del Valle lo hizo en vestido elegante, a media pierna, y la alcaldesa de Bogotá con pantalón y corbatica.
Todos y todas (viva Angelino), en sus discursos, hablaron del medio ambiente, de la movilidad y de la seguridad de los líderes sociales.
Se acabaron los recintos cerrados para las posesiones; todas se hicieron en grandes escenarios. Ya nadie necesita invitación para esos aburridos actos, puede ir hasta el gato (menos el Gato González).
Mientras los gabinetes de Bogotá y Medellín fueron de secretarios de todos los matices, los del Valle y Cali, eran de una milimetría política estricta.
En Bogotá y Cali hubo gran cordialidad entre alcaldes salientes y entrantes. En Cali hasta estuvo presente en toda la ceremonia Armitage. En Medellín no fue tan cordial.
Muy auspicioso, sin duda, fue la coincidencia en los discursos de la Gobernadora y el Alcalde de Cali, en las promesas de emprender obras en conjunto, como la del tren de cercanías y el teleférico de Cristo Rey.
Preocupante el hecho de que, tanto a la gobernadora del Valle, como al alcalde de Cali, no les hubieran alcanzado los dos meses anteriores, para escoger funcionarios para cargos fundamentales, como los de la Licorera del Valle, las Empresas Municipales de Cali y el MIO.
Ñapa: ¿Quién viste a la mayoría de Diputados y Concejales?