Apareció en todos los medios con un bebé de escasos 4 días de nacido sosteniéndolo en sus manos: lo acababa de rescatar de un basurero al cual había sido arrojado en Cartagena. Era noviembre de 2019. Pero en diciembre de 2022, Daniela Echeverry Gómez la patrullera que por ese hecho se destacó dentro de la Policía, fue capturada acusada de los delitos de trata de personas e inducción a la prostitución.
La bella policía, hoy detenida en la cárcel de Turbaco en Bolívar, tenía doble vida: mientras portaba el uniforme era una agente ejemplar, pero de civil, se dedicaba a uno de los más aberrantes crímenes que golpean la ciudad amurallada.
La captura se hizo en el municipio de Cravo Norte, Arauca, a donde había sido trasladada. La Fiscalía dice que ella y otra mujer venezolana “captaban jóvenes en condición de vulnerabilidad y las inducían a ofrecer servicios sexuales en el sector de la Torre del Reloj…”.
En sus redes sociales, la patrullera detenida da muestras de la buena vida que llevaba en la costa atlántica y sus paseos en yates por las Islas del Rosario.
Echeverry Gómez trabajó durante 5 años en la división de Infancia y Adolescencia de la ciudad de Cartagena y según el comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad, Wilson Parada, la detenida también reclutaba personas al interior de la institución con el fin de llevarlos al mundo de la prostitución.
La patrullera espera en su celda la audiencia ante un juez de conocimiento.