Por Mao Escribidor
En alguna época de la historia colombiana los cargos públicos se ganaban producto de la trayectoria y transparencia de los candidatos a dichos cargos, pero con el tiempo y producto de la perdida de ética (palabra que ya no existe en el lenguaje de la política colombiana), los cargos se entregan directamente a a dedo sin importar el recorrido, experiencia o transparencia de los candidatos y siempre, pero siempre, acorde a los pactos políticos entre los partidos.
En este caso particular de la vicepresidencia de Duque, se debe respetar la alianza entre el partido conservador, que entregó sus votos y apoyo a la campaña de Duque. sin importar los criterios de este candidato (a). El partido que recibió la vicepresidencia, tiene el derecho de escoger, proponer y presentar el candidato (a) que desee.
El aparato político y las maquinarias no respetan la opinión o deseo del pueblo colombiano, los amarres políticos ya están pactados y lo que piense el pueblo es irrelevante para el presidente y los caciques políticos, demostrando con tristeza que la participación y opinión ciudadana no tiene valor alguno, una vez elegimos un presidente.
Esa es una realidad que hoy se impone en nuestro país, es una verdad que aunque duela, es la que tenemos que aceptar porque la política es así y con ese cuento, nos tienen a todos aceptando una realidad que genera descontento en la sociedad pero que terminamos aceptando con resignación.
Pero si eso les parece injusto, se quedarán asombrados al saber que el exsenador Álvaro Uribe, quien debería mantenerse al margen de las decisiones de gobierno, emite juicios (lo que yo llamo órdenes) por su cuenta de twitter, asegurando que los pactos políticos deben respetarse.
Así que no hagan tormenta en un vaso de agua, la nueva vicepresidenta será del partido conservador para honrar el pacto con los conservadores y el señor presidente debe acatar las decisiones de los jerarcas políticos, le guste o no.
Al igual que muchos pienso que esa política de acuerdos entre caciques da asco, representa el monopolio de los partidos y desata opiniones encontradas entre los que creemos que todo debería ser honesto y transparente y aquellos que piensan que el control de los políticos debe mantenerse por el bien de la democracia.
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¿Ahora si entienden el valor del voto
y los acuerdos políticos?