Por Mao Escribidor
Escuchar al ministro Carrasquilla hablar de la propuesta de Reforma Tributaria, fue evocar la historia de la humanidad en épocas del Reyes y sus imposiciones a sus pueblos, que sumidos en la pobreza terminaban aceptando las órdenes del Rey y se llenaba de odio el pueblo contra su gobernante.
A mi juicio, los problemas de Colombia son otros muy distintos y si hacemos la tarea de profundizar en ellos, podemos encontrar soluciones más favorables para la sociedad:
La Corrupción Política
Desde hace décadas, las empresas privadas, propiedad de grades empresarios, aceptó patrocinar las campañas políticas de ciertos partidos , para recibir a cambio la ejecución de contratos con utilidades financieras que superan el 500% de la inversión. Esos congresistas, alcaldes, gobernadores y demás soldados políticos, son reclutados para fines de aprobación de normas y contratos que favorecen a quienes financian sus curules o cargos administrativos.
Mientras el volumen de políticos corruptos aumenta en el congreso, la red de corrupción se extiende hasta las cortes y se infiltra en jueces y magistrados, que al tener que evaluar los procesos legales contra la corrupción, favorece a los criminales, demostrando así que la justicia en Colombia es sólo para aquellos que no pertenecen a ese círculo corrupto de la política.
El Gasto Público
Desde los inicios de la política, los candidatos se han encargado de prometer a sus seguidores cargos públicos a cambio de nuevos votos a su favor. Lo que parece una medida normal en muchos países, en Colombia se abusa de esta práctica, que obliga a los gobernantes a generar nuevos cargos, innecesarios en el 95% de los casos y peor aún, los que consiguieron los votos y logran el beneficio, deben entregar un diezmo por el favor recibido, que por lo general está entre el 15% y hasta el 50% de sus ingresos.
El Círculo de la Impunidad
Para que lo puedan entender hasta los alumnos de 6° grado en los colegios del país, voy a explicarlo de manera sencilla:
Los políticos ganaron un poder enorme en el congreso, poder que incluso está por encima del poder del mismo presidente de la república. Ese poder se expande hasta el sistema de justicia, en donde apoyan y promocionan a jueces y magistrados, dispuestos a formar parte de este nuevo sistema corrupto, buscando de esta manera que los encargados de procesar y judicializar a los corruptos, estén asociados con los políticos y pasen por alto sus delitos.
De esta manera fácil, descarada y cínica se destinan grandes presupuestos para proyectos sociales, que terminan en manos de los políticos intermediarios y los caciques directores de los partidos políticos.
Se calcula que anualmente en Colombia
se roban 50 Billones de pesos del erario
sin que los criminales reciban sanciones.
Todo lo propuesto en la Reforma Tributaria está orientado a exprimir a las clases más necesitadas y afectar de manera directa a la clase media, todo bajo un discurso pobre, en donde se justifica el incremento de los impuestos producto de la pandemia. Se habla de entrar en una fase nacional de austeridad, cuando se compran 24 aviones de guerra por 14 Billones de pesos con dineros los colombianos. se habla de austeridad cuando el mismo presidente gasta miles de millones en un programa de televisión que en nada beneficia a la sociedad, pero que, acorde a sus asesores, ayuda a mejorar la imagen del presidente.
Debemos preguntarnos, como buenos colombianos que somos, que en cada contrato que firma el gobierno lleva un alto porcentaje de corrupción que va incluido en el contrato. Para la muestra el famoso Túnel de la Línea que nos costó casi seis veces su valor real y al final, sólo nos entregaron un túnel de una vía que presenta fallas técnicas en su construcción.
La Indiferencia nos está Matando
Lo mas grave de toda esta situación es la total indiferencia de la ciudadanía, producto de una campaña creada por los mismos corruptos en donde su lema es Para que intentar cambiar las cosas si los corruptos se salen siempre con la suya.
Bajo este lema, creado desde las raíces de los partidos políticos, se generó una consciencia absurda en los colombianos que, distantes de buscar un cambio, se someten pasivamente a la voluntad de los dirigentes y gobernantes.
Es la misma política absurda de hacernos creer que el narcotráfico era malo, pero generaba trabajo y movía dineros en la economía nacional, es la misma política que se aplica para los gobernantes que robaron, pero invirtieron en la región. Este pensamiento es dañino y peligroso, es la justificación de la maldad promocionado por los mismos políticos para generar un estado emocional en los ciudadanos que los invita a ser sumisos y esclavos de las casas políticas que dominan al país.
El Progresismo a Puertas del Poder
Es cierto que estamos peor que nunca, pero gracias al abuso de los gobernantes y el surgimiento del progresismo en el país, el ciudadano del común está tomando consciencia de la situación actual del país. La guerra interna ya no es entre izquierda y derecha, la guerra está centrada en la corrupción, en la injusticia y la falta de oportunidad.
Ya no se trata de Petro y Uribe, se trata de cambar las estructuras, de salir de la ignorancia e indiferencia para tomar acciones reales, para generar Pactos Históricos que transforman el futuro de este país.
Parece que los días de los caciques corruptos están contados y si logramos, al menos ganar la presidencia y modificar el sistema de justicia, nombrando magistrados transparentes, jueces limpios de corrupción y fiscalías leales a proceso de fiscalizar, esta Colombia se convertirá en el paraíso que todos soñamos. Eso si, tocará invertir en nuevos centros penitenciarios para meter a tanto corrupto en el lugar donde siempre debieron estar.